Desde lejos te observo, me quedo en tu boca, que algo me sugiere
Siento un impulso, me acerco, te recorro con la mirada, te aprendo de a poco
Como si de ello dependiera detener, en un instante, este silencio eterno
Veo tu cuerpo desnudo, frágil y perfecto
Me encuentra tu mirada, descifrándote, y pierdo la voluntad, tengo que rendirme
No quiero alejarme... te dejo mis manos para que te abrigues
Te dejo mi boca, para que apagues el fuego