domingo, 24 de septiembre de 2023

Cartas para Carmen, No 4

Me puse a pensar, que estuviste presente en mí, todos los días de mi vida, pienso a veces lo increíble que es el destino, la vida, no sé. Por años caminamos las mismas calles, anduvimos los mismos lugares, te habré sentido por alguno de esos lugares cuando pasaba después de vos? Deja algo la persona que va a marcar tu vida para siempre que luego recogemos cuando pasamos por el mismo lugar? No lo sé, pero sé que anduvimos juntos sin estarlo, y que nos pensamos sin conocernos, hasta aquel día que te vi, porque sé que te había visto antes, pero ese día te vi por primera vez, ese día, te comprendí, y fue el día que, de a poco, comencé a vivir. Sé que tuve muchas cosas antes, momentos, personas, mis hijos... pero algo faltaba, a pesar de que pasaron varias personas por mi vida, seguía, cansado, girando en círculos buscando la felicidad, hasta que apareciste y me detuve... me detuviste, porque me cautivaste con esa mirada y esa sonrisa que son infinitas en mi corazón, luego te fui conociendo y me empecé a enamorar, la nobleza de tu alma me conmovió desde el primer día, y de a poco me fuiste llevando hacia vos, de a poco fui sintiendo cosas que nunca había sentido en mi vida, vos derribaste muros, cruzaste fronteras, sólo vos. 

De a poco en mi corazón se despertaban los sentimientos que despierta una sola persona en toda tu vida... y eras vos, siempre fuiste vos, y estuviste siempre ahí, a la vista de todos. Después el tiempo, los días fueron pasando, y todo en mí de lo que se relacionaba a vos, crecía, tanto que mis brazos ya no hacían más que querer guardarte y mi boca no hacía mas que querer besarte, y un día que ese beso llegó, y ese abrazo se hizo realidad, y, como te dije, encajaste perfecto en todo mi mundo, te amoldaste tan perfectamente a mi vida, a mi entorno, que hoy sos una parte indivisible de él. Ocupaste con amor y con alegría, el lugar que nadie nunca pudo ocupar, nadie encajaba, nadie era capaz, hasta que llegaste vos a llenar absolutamente todos los huecos que había en mi vida.

Después vino la transición, y conocimos el infierno del otro, nos vimos vulnerables y tristes, y nos levantamos el uno al otro, nos seguimos eligiendo siempre, porque cualquier sentimiento malo que tengamos, es pasajero, y cuando desaparece, nuestro amor está ahi, inmutable como siempre. Porque el amor crece, crece porque es un sentimiento que alimentamos todos los días, con la mirada, con los besos, con los gestos pequeños de todos los días, con los detalles, los papelitos, las flores, las cartas, los mensajes, el viaje, las horas de cocinar juntos, las salidas solos y en familia... y creció tanto que nos absorbió, y ya no somos dos personas amándose profundamente, sino uno solo, fundidos en una caricia infinita, en un abrazo eterno. Hoy siento que puedo abrazarte a la distancia, y te tengo cerca siempre, vos cuidas y llevas mi corazón con vos a donde vas, así como yo cuido y llevo el tuyo a donde voy, con la promesa de cuidarlo y tenerlo eternamente resguardado. 

Te espero como ayer, te amo para siempre

jueves, 9 de marzo de 2023

Testamento

Hoy vengo a escribir mi testamento
En él entrego todo lo que poseo
Y me quedo sin nada, porque desde el día en que supe que te amaba, supe que todo en mí iba a ser tuyo

En mi testamento te entrego mi alma, porque mi paz te pertenece
Te entrego mi corazón, porque no puede latir lejos tuyo
En mi testamento te entrego todo el amor que me queda para dar, 
Porque he llegado al final del viaje, porque sos el fin y el principio de todo
En mi testamento te entrego mis brazos, porque ya no hay nadie más a quien quiera abrazar del frío

En mi testamento te entrego la ilusión de alguien con quien compartirlo todo,
Te entrego la felicidad de una vida soñada, porque todo lo hiciste realidad
En mi testamento te entrego mis sueños, porque todos los has cumplido

Mi testamento me vacía, porque vos me llenaste para siempre
Mi testamento es una rendición incondicional

Hoy vengo a escribir mi testamento
Porque para el mundo he muerto
Porque he vuelto a nacer en un abrazo tuyo, desde aquel día, para siempre