martes, 4 de diciembre de 2012

No te rindas




No te rindas ante el miedo, no abandones este infierno
No dejes el amor a un lado en los quehaceres cotidianos
No te canses de este invento, que no hay reglas que nos impidan
Ser como somos desde adentro

No maltrates la bondad, que por momentos sabe perderte
No deshagas esa magia, que me eclipsa en la osadía de quererte

No entiendas las palabras como verdades infinitas
Que la boca grita rebeldía, y el corazón, a menudo, calla sentimientos

No le quites al mundo tu sonrisa, ese es tu verdadero ego
Nunca ocultes ese amor infinito, ese que sólo conocí desde tus ojos

No te rindas ante el miedo, no abandones este infierno
Porque es tuyo este amor, entre todo lo que tengo
Porque puedo cuestionarme la vida entera
Pero jamás la libertad, de haberte elegido en este juego

lunes, 17 de septiembre de 2012

Te quiero















Te quiero desde los miedos que te agobian, entre las sábanas de una mañana
Hasta mis brazos que te guardan del hierro con que matan

Te quiero porque tu mirada es mi razón... por la que te elijo día a día
Te quiero porque sos, entre tantas cosas, mi parte mas perfecta

Te quiero porque entre nosotros no hay abismos, porque construiste un camino interminable, desde tus besos hasta mi alma
Te quiero porque tus manos siembran esperanza,
porque tu boca me habla de rebeldía
Porque las cosas las cosas mas increíbles del mundo, comienzan en tu sonrisa

Te quiero porque no soy mas que mitad cuando no te tengo, pero entero cuando estas conmigo, te quiero sin miedos, y sin excusas; simplemente, te quiero

martes, 15 de mayo de 2012

El dilema de una gota


Siempre me pregunté qué pasa con una gota de lluvia cuando cae. Es imposible saber qué sienten desde ese instante en que comienzan a morir desde el cielo... ¿Sienten pánico o, por el contrario, se sienten libres?

Una gota es un mundo, miles de pequeños mundos volando desde tan alto, que por más esfuerzo que ponga, jamás descubriría. Ahora elijo una y la sigo con la mirada, es todo lo que puedo hacer desde mi humilde puesto de observador detrás de la ventana. Sólo un instante, suficiente para sobresalir de las demás; abarrotadas en el aire y de seguro peleando entre ellas para tocar el suelo, la tierra, para acariciar las hojas… porque es muy probable que sepan que son fundamentales para la vida en este mundo

Para una gota la vida es corta, pero intensa, y tal vez, sólo tal vez, su sabiduría nos dice que no importa cuánto tiempo vivas, sino la intensidad con que lo hagas. 

De pronto, veo una bajar por el marco de mi ventana, abriéndose paso hacia el suel,  tal vez en un brote de rebeldía intentó buscar su propio destino antes de resignarse a morir como las demás, o quizás quiera resguardarse de la masacre que se libra allí afuera. Abro la ventana y por un momento todas me hablan, apenas las entiendo, las escucho quejarse, o reírse, no lo sé. Me vuelvo hacia esa gota y la tomo entre mis dedos, la pongo a salvo del frio y cierro la ventana. Esta inmóvil sobre el dedo índice de mi mano derecha.

Pienso cuantas cosas tengo para mostrarle, pero no me entendería, en esa corta vida le serían imposibles de conocer... ¿Y si es ella quien tiene un mundo nuevo para mostrarme?. 

Ahora me planteo, qué estará pensando de mi atrevimiento de sacarla de allí, porque después de todo ¿Cómo podría yo saber qué necesita?, no la entiendo pero en este breve instante siento que he llegado a quererla, así que voy a dejarla libre de mis dudas, asumiendo que amaría lo más importante para mí: La libertad misma