Sólo unos
instantes antes de partir, tus ojos me recuerdan
Esa
inocencia olvidada que alguna vez supo quererte
Te miro
inconsciente, y entonces tu mirada me lanza un conjuro,
Y me
retiene, me abraza, me sugiere el sofá
Como un
remedio mágico para dejar atrás esta locura
Yo me
resisto y desarmo tu mirada, para encontrar su punto débil,
Pero es
inútil, no hay nada capaz de librarme de este
Infierno
florido, de este silencio eterno que nos acerca
Y no tengo
alternativa… tengo que mirarte
Guardo tu
cara entre mis manos, como si de algo frágil se tratara
Algo próximo a romperse… recorro tu boca con la punta
De los
dedos, con mis manos, con mi boca…
Construyo un
amor desde tus ojos, y se dispersan mis dudas
Ya no hay abismos
entre nosotros
Y ya no tengo
alternativa… tengo que amarte
No hay comentarios:
Publicar un comentario